El Solsticio de Verano. Ritual del Fuego

No es casual que la celebración del solsticio de verano sea una de las fechas más importantes para la realización de rituales de petición. La importancia del sol y del fuego está presente en todo tipo de rituales. Es un día en el que el misterio y la ilusión ante el futuro se demuestra con multitud de celebraciones en todo el mundo.

El fuego puede ser considerado como el mensajero al universo de nuestras peticiones, tanto de lo que se quiere conseguir como de lo que se quiere eliminar. El fuego transforma la petición en energía que se eleva hasta el mismo sol y retorna en forma de luz que guiará nuestras decisiones para conseguir los objetivos propuestos.

En las antiguas escrituras del valle del Indo, los Upanisads, escritas hace unos 2.500 años, encontramos referencias a lo sagrado del fuego como mensajero de peticiones.

“Por eso la ofrenda ritual se arroja al fuego, pues por medio de éste asciende hasta el Sol, y el Sol produce lluvia, y ésta el alimento y los seres”

El fuego de una vela es un ejemplo de hasta qué punto lo relacionamos con una petición. Tanto en templos de prácticamente todas las filosofías, como en casas particulares, encender una vela está relacionado con hacer una petición. La llama de la vela, hipnótica, es la prueba física de esa transformación de la petición en energía. Al encender una vela, a la que hemos transmitido nuestras ilusiones, realizamos un gran ritual de conexión con lo universal.

Los fuegos rituales, las hogueras, son también potentes medios de transformación de objetivos. Si entregamos al fuego nuestras peticiones, las llamas se elevarán con ellas. Si además entregamos ofrendas al fuego, en forma de hojas, semillas, incienso, flores… las peticiones toman más fuerza. Durante ese proceso de entrega al fuego, el alma notará la paz y la conexión con lo más elevado. Son momentos de meditaciones sanadoras.

Este año, en el ritual del solsticio de verano de Nosoloreiki, el fuego es más protagonista que nunca. No solo el fuego de las velas, sino también el fuego de las ofrendas y las peticiones escritas que quemarán en una artesanal diya de arcilla. Rodeada de las cuatro velas de salud, amor, fortuna y agradecimiento, la diya contendrá las peticiones escritas y las dos ofrendas compuestas por hojas de olivo, hojas/semilla de fresno e incienso. Al encenderlo todo, se formará una gran rueda de energía con cinco fuegos que elevarán las peticiones a lo más alto del universo y que, como la lluvia, retornará en forma de bendiciones y buenas decisiones.