Se aproxima una fecha que para muchos es especial, el día de San Valentín. Aunque en el calendario se trate de un día especial el amor debería ser algo que todos mereceríamos experimentar a diario. En el fondo todos los días son especiales para celebrar que somos afortunados, que tenemos personas especiales a quien querer y personas especiales a quienes sorprender.
Pero es cierto que las fechas especiales tienen su sentido. En estos días, aquello que es importante entra en nuestra vida para ser potenciado y recordado. Los días especiales pueden entonces cobrar un nuevo sentido, es decir, sirven para potenciar nuestra conciencia y así poder recordar aquello que debería ser básico en nuestras vidas. Evolucionar para sentirlo más cada vez con más intensidad. Y el día de San Valentín nos sirve para recordar e intensificar el sentimiento de amor.
Las velas tienen diferentes utilidades, crean un ambiente mágico y también permiten trabajar intenciones positivas. Las podéis regalar pensando en alguien querido y hacerle una sorpresa especial. O porque no, sirven para regalaros algo a vosotras mismas, por ejemplo, a través de un trabajo con velas que os permita potenciar la relación que ya tenéis, o, porque no, pedir que una persona especial entre en vuestro camino. También para desbloquear cualquier tema con alguien que sea importante en vuestras vidas. Trabajar y meditar pensando en cualquier objetivo relacionado con el amor siempre nos ayuda a evolucionar, sentir más y estar mejor, con más paz. Y hacerlo con velas es hacerlo con luz.
Las velas con el símbolo del amor están pensadas para trabajarlas uno mismo o para regalarlas. En cualquier caso, cuando se encienden ayudan a potenciar los objetivos relacionados con el amor. Nos asisten para promover relaciones que sumen y potencien a las dos partes. ¿Te animas a sentir más y mejor?